Hasta el momento se ha cumplido el cronograma trazado, y la primera fase de la supuesta contienda electoral se ha llevado a cabo en forma impecable de acuerdo a las expectativas de los partidos políticos. Según éstos, ha sido “la fiesta de la democracia”.

Por un lado, los “elegidos”, con calculadora en mano, continúan sacando cuentas alegres, como si hubiesen recibido un regalo de Navidad por adelantado, mientras que para los millones de chilenos que día a día se encuentran sometidos a la dictadura del Liberal-Socialismo, nada ha cambiado, y la noche del domingo 11 de diciembre no ha sido exactamente Nochebuena; más bien, ha sido la “Nochemala”, porque para ellos nada ha cambiado.

Nuevamente se ha extinguido la ilusión y la esperanza para miles de compatriotas.

Ante el oscuro porvenir de nuestro país, creemos que independientemente de quién sea el próximo Cesar Imperator, las cosas nos mejorarán para Chile y su pueblo.

Por ello es el momento que un nuevo espíritu nacional se ha encarnado y que pueda contribuir decididamente a la creación de un referente alternativo al partidismo político y ajeno a los actuales grupos de poder que dividen falsamente a los chilenos en intereses de clases y del espectro ideológico, cuya principal misión sea resaltar los valores nacionales, patrimoniales e históricos señalados, abriendo un espacio de expresión y debate para todos los compatriotas que no se sienten identificados con los políticos tradicionales ni con el modelo social y económico imperante, pero que aspiran a que su pueblo y sus cuerpos representativos sean el motor de desarrollo y de integración nacional.