CARRETERA EN PUMALÍN

Publicado en "El Mercurio" del 6 de julio de 2006

El Cuerpo Militar del Trabajo (CMT) ha entregado al MOP una propuesta por 22 mil millones de pesos para completar los 82 kilómetros que faltan de la Carretera Austral. Ese tramo permitiría conectar Aisén al resto del país, sin tener que pasar por Argentina. Es una conexión necesaria, vistas las dificultades que enfrentan los habitantes de ciudades como Chaitén: actualmente las conexiones por territorio chileno son marítimas, precarias y lentas.

El propietario del parque Pumalín, por el que pasaría la vía, se opone a ello, argumentando que es preferible una ruta alternativa costera, pues permite sacar del aislamiento a diversos villorrios que la vía propuesta por el CMT no alcanzaría. Argumenta que aquélla tiene menor costo y no causaría el daño ambiental que ocasionaría la propuesta del CMT. Éste -según el mismo propietario- no tiene buena reputación en términos ambientales. Efectivamente, cuando hace más de dos décadas se construyó la Carretera Austral, había menos conciencia ambiental que en la actualidad, por lo que el diseño de ella no consideró el daño que podría provocar en esa área. Pero es de presumir que un nuevo proyecto realizado por el CMT es más respetuoso del medio ambiente.

La propuesta costera supone 33 kilómetros de navegación, distancia considerable, que no resuelve la falta de conectividad de Aisén: trasbordos de esa longitud estarán expuestos a las mismas condiciones climáticas adversas que hoy la entraban. Por tanto -a diferencia de la propuesta del CMT-, la unificación caminera del país que se busca desde hace décadas no se conseguiría. Cabe notar que la ruta del CMT, en buena parte, también sigue la costa, por el fiordo Comau.

En realidad, la diferencia esencial entre ambas rutas es que una apenas afecta a Pumalín, mientras la otra pasa a lo largo de gran parte del parque. Esto podría explicar que su dueño prefiera aquella que no pasa por sus tierras, pero tiende a debilitar el altruismo que invoca en abono de sus argumentos.

El convenio que Tompkins firmó con el Gobierno autoriza a éste a disponer de una franja para una ruta y para transmisión eléctrica, lo que permitiría resolver eventuales litigios por este conflicto. Sin embargo, en aras de preservar ese magnífico parque, es necesario que la ruta que se diseñe tenga un impacto limitado en el paisaje, y que éste sea en su construcción una consideración básica, inmediatamente después del objetivo principal de asegurar la conectividad de Aisén al resto del territorio.

En este cuadro, otra propuesta, anunciada por una firma noruega, abre la gama de opciones que habrá de evaluar la autoridad.