CAMPAÑA DE LA SIERRA, COMBATE DE CONCEPCIÓN
Y BATALLA DE HUAMACHUCO. JURAMENTO A LA BANDERA

Marcelo Villalba Solanas, Director del Museo Virtual de la Guerra del Pacífico


Después de las batallas de Chorrillos y Miraflores, las mayores efectuadas en el continente Americano, en donde se enfrentaron mas de 60.000 hombres los días 13 y 15 de enero de 1881 produciéndose la derrota del ejercito peruano, se procedió a la ocupación de Lima el 17 de enero de 1881 en espera de la Firma del Tratado de Paz que permitiera al ejercito chileno al mando del Invicto General Baquedano regresar a la patria. Sin embargo no existía en el Perú, alguna autoridad responsable para firmar la Paz, que cumpliera con las propuestas del gobierno de Chile, es decir, que asegurara una paz duradera y las indemnizaciones, compensaciones y gastos de guerra, la guerra a la que Chile fue obligado a participar y en la que ofrendo mas de 30.000 vidas chilenas, entre hombres mujeres y niños.

Posteriormente una junta de notables de Lima eligió al abogado FRANCISCO GARCÍA CALDERÓN como presidente provisional del Perú, con esto se creyó que la paz estaba cerca……pero esto estaba muy lejos de la realidad.

LA CAMPAÑA DE LA SIERRA

Baquedano y la mayor parte de las fuerzas habían regresado a Chile, y solo quedaron en el Perú algunos batallones de línea y otro cívicos en espera del tratado de Paz y, para mantener el orden y seguridad de los territorios conquistados, la dispersión de las escasas fuerzas chilenas, motivó a oficiales y tropas peruanas dispersos después de las batallas de Chorrillos y Miraflores, a formar Montoneras con civiles e indios armados en la Sierra del Perú, dedicándose a atacar a las pequeñas guarniciones chilenas que cubrían los diversos pueblos del interior. Para contrarrestar estas actividades de los Montoneros, se organizaron diversas Expediciones.

Luego de la expedición organizada en 1881 (Llamada Expedición Letelier), una fuerza chilena compuesta por 2.300 hombres de las distintas armas, al mando del Vicealmirante Lynch comenzó una ofensiva el 14 de enero de 1882 con el objeto de destruir a las montoneras que mandaba el eficiente Cáceres. En febrero asumió el mando de la expedición el Coronel Estanislao del Canto, que le dio un gran impulso a las operaciones a pesar esto las enfermedades, la falta de alimento agua y ropa, los continuos ataques supresas y fuego de fusil a distancia aprovechando las alturas los montoneros, diezmaron a esta división por lo que se ordeno su regreso a Lima. El repliegue se efectuó en forma lenta pero...ordenada reconcentrando los medios para marchar de regreso a la Capital el Perú.

COMBATE DE CONCEPCIÓN

La guarnición chilena que cubría el pueblo DE CONCEPCIÓN pertenecía a la 4 Compañía del Batallón Chacabuco y estaba al mando del Teniente Ignacio Carrera Pinto, ( El no conocía de la noticia de su ascenso al grado de Capitán), descendiente directo de Jose Miguel Carrera y del Presidente Aníbal Pinto, junto a tres jóvenes oficiales, Los subtenientes Arturo Pérez Canto, Julio Montt Salamanca y Luis Cruz Martínez Martínez, además de 72 soldados del Chacabuco uno del Lautaro convaleciente por enfermedad, tres mujeres un niño de 5 años y………un recién nacido (que vio la luz acompañado del ensordecedor ruido de los fusiles chilenos que vendían caras las vidas de quienes los empuñaron).

En la mañana del 9 de julio de 1882 el obispo del valle se llevó en procesión a las habitantes de Concepción al poblado cercano de Ocopa, quedando en el pueblo algunas personas y la guarnición chilena.

Los acontecimientos conocidos de lo sucedido en el pueblo de Concepción son relatados por el Coronel Del Canto, por un ciudadano español testigo de los hechos.

De este relato hemos podido rescatar que cerca del mediodía del 9 de julio se vieron descender de los cerros circundantes una cantidad de aproximadamente 500 soldados regulares y más de 1500 montoneros e indios, el jefe de las tropas peruanas es el Coronel Juan Gastó, quien solicito la rendición incondicional al teniente Carrera, prometiéndoles respetar la vida de todos ellos. La negativa fue inmediata mediante una carta en que dejaba claro Carrera que como chileno, como descendiente de fundadores de la patria chilena, como soldado de la patria y como sobrino del presidente de la republica JAMÁS se aceptaría la rendición ni del ni de su tropa. Se inicia la encarnizada epopeya cubriendo los chilenos las 4 esquinas de la plaza. Durante la tarde y seriamente disminuidos en número por las fuertes bajas sufridas se guarnecieron en el Cuartel, donde combatieron el resto de la tarde y en que efectuaron varias cargas a la bayoneta que hacia huir al gran numero de atacantes, durante la noche se siguió combatiendo con igual bravura a pesar de las bajas y el gran numero de heridos que con sus fuerzas vitales escapándoseles apoyaban a sus camaradas, al igual que las mujeres se esmeraban en curarlos o bien servirles de consuelo a expirar sus últimos alientos.

Fueron cayendo los defensores del cuartel, los oficiales… hasta quedar solo el SUBTENIENTE DE LA CRUZ (CRUZ MARTÍNEZ), y cuatro soldados que se protegieron en la iglesia por haberse quemado su cuartel, a estos se les pidió la rendición casi en suplica por parte de los atacantes asombrados por el valor de esos noveles hijos de Chile, pero la respuesta de Cruz fue… “LOS CHILENOS NO SE RINDEN JAMÁS”…. Y acto seguido paso a la carga con sus soldados donde murieron despedazados por la indiada…… Eran las primeras horas de la mañana del 10 de julio de 1882 (memorias del General del Canto),

Existe un escueto parte del General Cáceres en donde confirma lo acontecido en Concepción y relatado por el ciudadano español y destaca la valentía demostrada por los chilenos.

A las pocas horas de concluido el combate llegaron avanzadas del batallón Chacabuco y Lautaro al mando del capitán Jorge Boonen Rivera, enfrentándose con algunos rezagados de la división peruana. EL capitán Boonen y sus hombres contemplaron horrorizados el mutilamiento de los soldados MUJERES Y NIÑOS…. La fuga enemiga había sido tan precipitada que no tuvieron tiempo de llevarse la bandera chilena que estaba clavada en el Portal del cuartel…..tal como Prat ordenara clavar la tricolor en Iquique……. Al llegar el Coronel Del Canto, ordeno la inmediata persecución de los montoneros enviando a los Carabineros de Yungay entre la oficialidad se encontraba el hermano del Subteniente Montt. La persecución la realizo el comandante Alcérreca, estos sablearon a muchos montoneros. También se ordeno firmar la bandera para autentificar su originalidad para la posteridad que jamás se rindió la guarnición de la 4 Compañía del glorioso Chacabuco. Luego se procedió a dar sepultura a los muertos…sin antes sacar los corazones de los 4 oficiales y guardarlos en Alcohol para su posterior traslado a Santiago. Se cocieron los grados de capitán en la desgarrada guerrera de Carreta Pinto y se sepultaron los cuerpos en el piso de la Iglesia del pueblo y para evitar la profanación de los cuerpos se quemo la iglesia.

Las bajas chilenas fue el total de la guarnición mas tres mujeres y dos infantes o sea 82 chilenos, las bajas enemigas ascendieron a más de 700 muertos.

El combate de Concepción es una lección de sentido de cumplimiento del deber, de la valentía de los chilenos y el espíritu par sobreponerse y combatir a fuerzas inmensamente superiores, la ordenanza general del Ejercito vigente en aquella época decía en su titulo 32 “EL OFICIAL QUE TUVIERE ORDEN DE MANTENER SU PUESTO TODA COSTA LO HARÁ”. Esto fue precisamente lo que hizo Carrera y sus camaradas, siguiendo el digno ejemplo de Prat en Iquique y, demostrando ser digno descendiente los Carrera.

JURAMENTO A LA BANDERA

A si como en homenaje al 21 de mayo en Iquique, en que se decreto leer la cuenta publica de la gestión del gobierno, como señal de transparencia, el Ejercito decreto que el 9 de julio de cada año se realizara el juramento a la bandera en perpetuo recuerdo y homenaje al Ejemplo impuesto por los Héroes y heroínas….de Concepción. Es en esta ceremonia en que los jóvenes soldados se juramentan ante Dios y la Bandera para servir a la Patria hasta rendir sus vidas si fuera necesario.


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