JOSÉ MIGUEL INSULZA EN "TOLERANCIA CERO":
UNA ENTREVISTA CON VENTAJA

En el programa Tolerancia Cero de CHILEVISIÓN (5 de noviembre de 2006) se entrevistó a José Miguel Insulza, actual Secretario General de la OEA.

En la ocasión se trató, entre otros, el tema de Campos de Hielo Sur, puesto que en 1998 él ocupaba la Cancillería. Fernando Villegas le hizo saber una serie de antecedentes sobre el tema que no concordaban con los dichos del ex Ministro. Entonces solicitó la fuente de información de Villegas quien le contestó que se la daría después. Se trataba de acciones institucionales argentinas de carácter jurídica que asumían que esos territorios eran argentinos, incluida por cierto la publicación de mapas. Insulza expresó que sólo una parte de ese territorio estaba en disputa, un 7%... y que eso sería resuelto por una Comisión Mixta de Límites.

Villegas volvió a la carga y leyó párrafos de un estudio dado a conocer por la Corporación de Defensa de la Soberanía que establecían los hechos exactos de la falta de juricidad de dichos acuerdos y lo que realmente se planteó como problema , una vez más, por Argentina en su política de expansionismo hacia el Pacífico. Entonces el Panzer, como le gusta que lo llamen, expresó que como Secretario General de la OEA no podía hablar de esos temas.

Era la segunda oportunidad en que se expresaba de esa forma para evadir debates, Sin embargo, no tuvo reparos para afirmar que cuando se gana el gobierno se logran ventajas que permiten a los gobernantes ciertas ventajas económicas que deben reconocerse. Fue su forma de justificar la corrupción que tiene indignada a la comunidad nacional.

Insulza proviene del MAPU, que en su época expresaba que ser revolucionario era mucho más que el juego que realizaban los miristas.

Hoy están convertidos al neoliberalismo con la dualidad liberal socialista, que les permite usar el poder político a su libre disposición con la condición doble de mantener la forma económica neoliberal y evitar las movilizaciones sociales que demandan justicia en la aplicación de políticas públicas que hoy son rechazadas por los sectores sociales de la nación porque implican una atropello a la dignidad de las personas y además estas políticas benefician a los funcionarios y operadores políticos de la Concertación que se han enriquecido con éste acuerdo alcanzado con los neoliberales constructivista que vienen generando su poder económico desde el gobierno de Pinochet.

El Partido Socialista lo proclamó hace poco tiempo como presidenciable por la falta de liderazgo de la actual Jefa del Estado.

En fin, se trata de realizar acciones públicas que aseguren su continuidad en el poder, aunque se intensifique la intervención electoral con fondos del estado que tienen otros fines.

El nacionalismo sabe que la democracia liberal es un invento del capitalismo para dar forma jurídica al egoísmo y competencia de que hablan los neoliberales, dejando para el pueblo sólo recursos para la sobrevivencia, buscando elementos para sofrenar las aspiraciones más profundas del pueblo: acceso al trabajo, la propiedad, los servicios, la educación y la cultura.

La forma democrática de gobierno liberal cobija en su interior su propia destrucción. Esto lo sabían los griegos y la historia es testigo de este hecho político y social. Por eso se requiere de una nueva forma política y una nueva forma económica que el nacionalismo está en condiciones de aportar a la convivencia nacional para fortalecer y desarrollar la chilenidad.

La forma política debe ponerse al servicio de los fines de la nación, los cuales se cumplen a través de los cuerpos sociales, que deben participar en las decisiones del estado. El pueblo organizado en cuerpos sociales adquiere una fuerza social de gran influencia política.

El mejor hombre de la Concertación, actual Secretario General de la OEA, nos indica con sus palabras que, a pesar de su entrevista con ventajas, nos da la razón en nuestros planteamientos y propuestas.

La mejor convergencia para Chile es la del pueblo, especialmente de su juventud, con el nacionalismo patriótico para lograr mayores grados de libertad, dignidad y justicia.